Soluciones para cada tipo de deshidratación

El codiciado color que nos da el sol es resultado de la activación de la melanina, la sustancia que pigmenta la piel. Para absorber esta melanina, la piel se ve obligada a aumentar considerablemente de espesor, lo que ralentiza su ritmo de descamación natural y la hace rugosa. Ayudémosla a encontrar su brillo perdido.

¿Piel seca? Peeling de ácidos de frutas y ácidos grasos

La piel muerta en la superficie impide la oxigenación de la epidermis y retarda su renovación. Sólo la presencia de células funcionales permite una rápida regeneración de la epidermis. Pero para que este mecanismo se ponga en marcha es necesario deshacerse de las células secas superficiales, de lo contrario ningún tratamiento externo hidratante será eficaz. El peeling con ácidos de frutas se requiere antes de cualquier tratamiento de rehidratación. Combinado con una cura de ácidos grasos esenciales (EGE), restaurará la elasticidad de la piel.

¿Piel deshidratada con acné? Ve al dermatólogo

El sol es un falso amigo de la piel con acné. La exposición solar puede agravar la inflamación si se descuida el tratamiento habitual. Si tienes la piel inflamada y no toleras ningún producto, rehidrátala con suavidad en tres pasos: limpiar, exfoliar, hidratar.

¿Cabello seco y quebradizo? Repáralo en casa

Al igual que la piel, el pelo también necesita protección ante el sol, porque este ataca la cutícula, su capa externa. Resecado por el sol, las escamas se vuelven frágiles y se separan. La cutícula dañada, por lo tanto, ya no desempeña su función de protección y los rayos UV atacan el córtex, el núcleo del cabello. El agua que contiene naturalmente se evapora, la queratina pierde sus proteínas y los pigmentos de melanina se alteran. Lavar el pelo con productos suaves y repararlo son dos soluciones rápidas para combatir la deshidratación.