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¿Cómo recuperar el apetito sexual?


El amor, esa alquimia tan sutil, también consiste en conciliar las fantasías y deseos de ambos amantes. Pero con el tiempo, la magia puede desaparecer de golpe y porrazo. Así pues, ¿qué hacer cuando la llama de la pasión se apaga? Hoy te desvelamos los secretos para recuperar la armonía en la pareja.

Para empezar, haz un pequeño sondeo entre tus amistades. No tardarás en darte cuenta de que todos se han topado, en algún momento, con este problema. Primer consejo: no te dejes llevar por el pánico. En general, se trata de un problema transitorio que puede esfumarse del mismo modo en que se instaló. Debes darte algo de tiempo y mirar las cosas con perspectiva. No te precipites y acudas al médico enseguida, pero si pasan varios meses y la situación no mejora, tienes todo el derecho a pedir ayuda profesional.

El estrés, un enemigo del deseo

Antes de nada, hazte algunas preguntas. Es muy posible que las circunstancias vitales sean el causante de esa falta de deseo. El estrés cotidiano y constante es tu enemigo número uno. ¿Hay algún problema que te preocupe ahora mismo? ¿Sufres, por ejemplo, problemas de salud? ¿Llevas una vida profesional tormentosa? ¿Tienes problemas financieros? ¿Te has mudado recientemente o has discutido con tu pareja, tus hijos o tus padres? Intenta valorar cómo estás viviendo esa monotonía sexual. Para muchos hombres, la falta de deseo se traduce en una disminución de su virilidad. Otros, en cambio, culpan a su pareja de esa ausencia de pasión.

La virilidad no se mide según la cantidad de relaciones sexuales, y el deseo sexual no resume la vida de una pareja. El amor, el cariño, el respeto, la estima o incluso la admiración son ingredientes fundamentales de esa alquimia misteriosa que tanto caracteriza las relaciones conyugales.

Las mujeres y los hombres no desean de la misma manera

El deseo y la sexualidad han suscitado infinidad de encuestas. Todas aseguran que las mujeres declaran tener problemas de inhibición del deseo sexual con más frecuencia que los hombres. Pero lo cierto es que pocas son las que se compadecen por ello. Y es que para la mujer, la sexualidad es un tema que puede pasar a segundo plano y, por lo tanto, se adaptan más fácilmente que sus parejas a los problemas relacionados con el deseo. Saben encontrar otras satisfacciones y, de forma inconsciente, anteponen, por ejemplo, la relación que mantienen con sus hijos.

Fomentar la relación de pareja

Para desear, hay que estar disponible. En otras palabras, hay que disponer de cierto tiempo en la vida cotidiana para desear. Si vuelves a casa con la cabeza llena de preocupaciones laborales o dejas que los quehaceres caseros ocupen todo tu tiempo libre, es imposible desear.

Para que el deseo vuelva a llamar a tu puerta, deberías disfrutar de tu pareja, durante una cena, por ejemplo, o mejor todavía, durante una semana de vacaciones. Encuentra un momento y dedícatelo solo a ti, a vosotros. Esta disponibilidad recíproca permite, en la mayoría de casos, recuperar el deseo perdido.

Redescubre a tu pareja

Cuando la pareja se lleva bien, un contacto físico cariñoso, como por ejemplo un masaje, puede activar la maquinaria del deseo. Es indudable que esta práctica, en absoluto sexual, permite acercarse y explorar el cuerpo del otro de una forma distinta. También sirve para reconciliarse, en términos físicos, con la pareja. Ese contacto tierno estimula o potencia una forma de sensualidad muy poco conocida y practicada.

Si el problema persiste, puedes consultar con un médico. Acudir a un sexólogo, sola o con tu pareja, puede ser de gran ayuda. Las psicoterapias en pareja suelen ser muy eficaces. Sea como sea, es necesario saber que, en cualquier pareja, el deseo sexual tiende a disminuir con el tiempo. Sin embargo, no todos actuamos igual ante el deseo; algunas parejas mantienen viva la llama de la pasión durante muchos años mientras que otras la extinguen enseguida. Así pues, quizá lo importante es aprender a estimular el deseo.

Dr Emmanuel Zinski


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